Una
mirada, ya sabes a lo que voy y nuevamente otra discusión, ya
cambiaste hasta tu forma de hablar tu tono de vos comienza a
levantarse y lo único que deseo es que te marches.
Esas
ganas de estar sola, de que nadie me moleste, olvidarme de los
problemas constantes, encerrarme en mi mundo como tantas veces pero
vuelvo a despertar y me doy cuenta que seguimos ahi, sin hablarnos,
hay mucho silencio y nos dormimos, distantes, frios. Otra noche como
tantas otras de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario